jueves, 14 de mayo de 2009

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (J.K.Rowling)

Lord Voldemort y sus mortífagos se van haciendo con el poder dentro de la comunidad mágica, mientras Harry Potter espera los escasos días que le quedan para cumplir los diecisiete años bajo el amparo de los fuertes hechizos protectores de la Orden del Fénix. A su mayoría de edad Harry ya podrá utilizar la magia sin restricciones y podrá dedicarse en cuerpo y alma a cumplir la arriesgada misión encomendada por Dumbledore, acompañado tan sólo por sus inseparables amigos Ron y Hermione.


Por fin he terminado la saga de Harry Potter, aprovecharé el comentario de este último libro para explicar mi opinión sobre el conjunto de la serie.
¿Cómo ha conseguido J.K. Rowling crear un éxito mundial? Ha recogido una serie de convencionalismos de los cuentos sobre magos tales como las varitas mágicas, las pociones, los libros de hechizos, las túnicas, las escobas voladoras, etcétera y les ha sumado una serie de aportaciones propias (el deporte mágico quidditch, el gobierno oculto del Ministerio de la Magia, el colegio de Magia Hogwarts, la banca mágica de Gringotts...). Todo ello se aglutina en un universo con una lógica interna que incluye una terminología propia (palabras como muggle, snitch, pársel, squib o mortífago), con lo que se consigue una sensación de realidad, de explicación alternativa del mundo.
Tiene especial mérito lograr todo eso en unos libros orientados originariamente para niños, pero que en ningún momento resultan ñoños ni pueriles, se trata al lector como un interlocutor inteligente. La fuerza de la estructura narrativa, la complejidad de los personajes y la riqueza del universo mágico ha hecho posible que la saga se convirtiese en una de las más vendidas de la historia y que sus seguidores seamos legión (incluyendo niños, adolescentes y adultos).
La forma de introducir al lector en este universo es magistral: Harry, un niño huérfano criado de manera cruel por sus tíos (muy buena la parte inicial de cada libro, dedicada la familia muggle de Harry, una pena que cada vez su aparición fuese menos importante), que un día descubre que sus rarezas no son nada negativo, más bien lo contrario: el don de hacer magia. 
En el colegio Hogwarts el lector aprende los hechizos al tiempo que Harry (éstos son pronunciados en latín, lo que aumenta la sensación de realidad), todo este mundo mágico responde a una lógica interna. Todos los lectores sabemos que significa: "expelliarmus" o "patronus" o la fatídica maldición "avada kedavra".
Haciendo balance de todos los libros, quizá el que más me ha gustado sea el tercero "Harry Potter y el prisionero de Azkaban". En cuanto a personajes, he de reconocer mi debilidad por el enigmático profesor Severus Snape, aunque también tengo que nombrar a la exasperante Dolores Umbridge.
Precisamente Harry no es el personaje que más me atrae, es alguien que ha sufrido mucho pero que a veces parece por encima del bien y del mal. Lo mismo digo de Dumbledore, que parece que no se equivoca nunca, pero que rara vez interviene directamente en la acción (en mi opinión no es comparable al Gandalf de Tolkien). De sus inseparables amigos, Ron parece un desastre como mago y algo acomplejado entre tantos hermanos pero demuestra una y otra vez que es capaz de mucho más. En cuanto a Hermione, es realmente la bruja más capaz de su promoción a pesar de ser hija de muggles (una "sangre sucia" como dirían los seguidores de Voldemort), pero no duda en arriesgar su impresionante expediente por ayudar a sus amigos. Ese me parece el principal valor mostrado en esta saga: el valor del amor y la amistad sobre la pureza de sangre y el poder.
El supervillano, Voldemort, comienza siendo una entidad lejana, un símbolo de maldad, pero a medida que se avanza en los libros se va haciendo más palpable su presencia y se va conociendo la complejidad del personaje de cómo un miembro de una familia mísera, Tom Riddle, acaba convirtiéndose en el mayor mago en Artes Oscuras de todos los tiempos.
Hablando ya de este último libro, no es el más brillante de la serie. Es más un final de la saga que una novela en sí misma. El final del sexto libro hace imposible que continúe el peso de la acción en el marco principal de las novelas: el colegio Hogwarts. Es una novela oscura, comienza con una continua huida a medida que los seguidores de Voldemort se van haciendo con el poder en el mundo mágico. Es curioso observar como Harry, para defenderse de las fuerzas del mal, utiliza en ocasiones sus mismas armas: las maldiciones imperdonables "cruciatus" e "imperius". 
El final me ha parecido muy bueno, y en cierta medida, el único posible.

Mi calificación: bien
 

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