sábado, 28 de noviembre de 2009

O xardín das pedras flotantes (Manuel Lourenzo González)

En el siglo VII un monje benedictino siguiendo las órdenes del papa recopila diversos volúmenes sobre los conocimientos astrológicos de la antigüedad. Tras años de búsqueda, encuentra un misterioso libro escrito en un alfabeto pre-rúnico que ligaba los acontecimientos astronómicos con el devenir de las diferentes formas de vida.
Pasan los años y sucesivas generaciones se cruzan en el camino del misterioso libro, pasando todos los hombres y mujeres que se encuentran con el manuscrito grandes desdichas. En la segunda mitad del siglo XX todas las diferentes ramas de descendientes de aquéllos que poseyeron el libro desembocan en dos jóvenes que se terminarán conociendo en Pontevedra: Simón y Anabel.

He dudado si comentar o no este libro en este blog por estar éste escrito en gallego y, que yo sepa, no haber sido editado aún en castellano (que es el idioma de "lo que cae en mis manos"). Sin embargo, me he decidido a comentarlo porque no me cabe duda de que será traducido y publicado en castellano tarde o temprano.
La novela fue premiada con el premio Xerais de novela en gallego del año 2008 y creo que de manera merecida.
En primer lugar, se agradece una novela que se escapa de tópicos. Aunque la trama principal sí discurre en Galicia, la esencia de la historia es universal.
En toda la trama, de comienzo a fin, una serie de casualidades conduce a que Simón y Anabel lleguen a encontrarse, como si un plan universal hubiese sido trazado milimétricamente y todo estuviese interconectado tal y como postula el misterioso libro. Ello lleva a que la primera parte de la novela se haga bastante confusa, pues el lector no es capaz de retener tal número de nombres e historias personales a los que no se suele dedicar más de un par de páginas. Cuando se llega al siglo XX, el lector ya mezcla nombres, familias e historias. Por fortuna, se llega a la parte central del libro, donde Simón narra su historia personal desde su propia concepción en primera persona.
La parte de la niñez del protagonista es la más entrañable, y llegó a conmoverme en varios momentos, en especial su relación con el hombre del pueblo "O campás". Las preguntas del niño sobre el por qué de todo y que sólo sabe contestarle su amigo, un paisano de la aldea en la que enseña su madre, me ha parecido de lo mejor del libro.
Luego llega la extraña relación de amistad con Anabel, ya de adolescente, y un dramático giro en la trama y un final en el que se explica todo desde otro punto de vista y se cierra la narración.
El lenguaje utilizado es sencillo y accesible, aunque quizás demasiado "académico", sin duda reflejo de la actividad profesional del autor.
En definitiva, la novela me ha sorprendido y me ha gustado. He encontrado reflejos de García Márquez, de Poe, de Carlos Ruiz Zafón, ... y creo que el autor ha realizado una obra más que digna.
Mi calificación: bien.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

En compañía del sol (Jesús Sánchez Adalid)

Francés de Xavier es el menor de los hijos de una noble familia con señorío en Navarra en las primeras décadas del siglo XVI. Tras la invasión del reino por los castellanos, sus hermanos mayores luchan a favor del pretendiente del trono navarro, mientras el señorío de Xavier decae inexorablemente.
Con los pocos recursos que aún mantiene la familia, se envía al joven Francés a estudiar a París donde entrará en contacto estudiantes de diversos países y con nuevas ideas.

Es mi segundo libro de Sánchez Adalid y sólo puedo calificar esta novela como obra menor y bastante decepcionante para mi, no alcanza ni de lejos el nivel de "El mozárabe" (que me gustó mucho).
"En compañía del sol" pretende ser una versión novelada de la vida (o una pequeña parte de ella) de San Francisco Javier. Sin embargo, durante la primera parte de la novela sólo se avanza en los avatares por los que pasa el señorío de Xavier y la juventud de Francisco en París, en donde nada se atisba de la futura santidad del protagonista.
Tras la primera mitad del libro, de manera abrupta, pasan muchos años y Francisco pasa de un joven juerguista a un ascético y maduro jesuita sin que se den más explicaciones que unas breves páginas en las que el personaje narra en primera persona cómo se produce su inesperada conversión.
Todo parece indicar que por fin veremos a San Francisco Javier en toda su plenitud, pero poco se profundiza en el personaje hasta el fin del libro. Una vez acabado, el santo continúa siendo casi un desconocido para mi. Gracias a esta lectura conozco ahora una serie de datos sobre este extraordinario misionero, pero la obra no me ha aportado mucho ni como novela ni como biografía de un personaje histórico.
No obstante, Sánchez Adalid maneja bien la ambientación histórica y con un estilo correcto se avanza en las páginas sin que la novela llegue a aburrir.

Mi calificación: interesante.

viernes, 31 de julio de 2009

El hombre más buscado (John Le Carré)

Un misterioso hombre musulmán recién llegado a Alemania de manera ilegal es acogido por una familia turca afincada en Hamburgo. El hombre es joven pero está enfermo y, a pesar de vivir en la indigencia, porta mucho dinero y está empeñado en contactar con un banquero llamado Brue. Pronto los servicios de inteligencia de diferentes países se interesan en el caso, pues sospechan de que pueda estar implicado en una red de terrorismo internacional.

Es la primera novela que leo de Le Carré (aunque he visto la adaptación al cine de "El jardinero fiel") pero ya tenía una idea de lo que me esperaba: una novela de conspiraciones, espías y oscuras tramas.
Se nota que el autor tiene mucho oficio en el género: típica estructura de bestseller con tres tramas entrecruzadas, capítulos milimétricamente distribuidos, no más de tres o cuatro páginas sin una pausa. Sin embargo el comienzo es bastante lento, durante muchas páginas sólo se hace un boceto de la situación y cuando se introduce al lector sobre los servicios de inteligencia alemanes se me hizo un poco aburrido.
Los protagonistas iniciales a mitad de libro han cambiado, dándoles un gran peso al banquero y a la abogada del "hombre más buscado". Sin embargo, poco a poco, el papel de los servicios de inteligencia se hace más importante en la trama hasta que hacia el final todo el resto de personajes se ven como marionetas de poderes superiores que compiten entre si.
No es un tema que me atraiga especialmente el de las tramas del islamismo extremo ni el de cómo operan los servicios secretos, pero el libro se deja leer sin que me llegase a entusiasmar.
Quizá el personaje más atractivo y trabajado sea el del banquero: último de una dinastía que se extingue; con casa, coche, hábitos de rico convencional pero que busca sensaciones auténticas y salir del ciclo hipócrita que ha sido una constante en toda su vida.
El final me gustó, aunque termina de una manera un poco abrupta.

Mi calificación: interesante.

viernes, 10 de julio de 2009

El enfermo imaginario (Molière)

Argan es un hombre de clase acomodada que vive obsesionado por sus dolencias. Por ello, posee una dependencia absoluta de los sospechosos remedios que le prescibe su médico Purgon que incluyen gran cantidad de sangrías y purgas (y que son cobradas a buen precio).
Tal es la fijación de Argan con sus supuestas enfermedades que planea casar a su hija con Diafoirus, un médico, y así tener constantes cuidados en su propia casa. Sin embargo, ella está enamorada de Cléante y junto con su criada Toinette urdirá un plan para desengañar a su padre y hacerle ver que los desaprensivos médicos sólo quieren sacarle los dineros.

Un clásico del teatro y de la literatura universal. Es una obra cómica, fácil de leer, accesible a todo el mundo. Encierra una feroz crítica a la hipocresía, las falsas apariencias y las relaciones de conveniencia. Pero no es una crítica amarga, sino divertida en donde en una sola escena se perfila perfectamente cada personaje.
Argan despierta compasión (por lo que sufre y por lo que se aprovechan de él) al tiempo que desprecio (por la bajeza de utilizar el matrimonio de su hija en su beneficio).
Molière es especialmente despiadado con los médicos de la época, como una clase que vive en un pedestal y donde abundan los estúpidos que no saben lo que hacen y que sólo buscan prestigio y enriquecimiento. Purgon aparece poco en la obra pero no tiene desperdicio: cuando descubre que se están tirando sus potingues, monta en cólera y predice la muerte de su paciente, como una condena por no seguir sus consejos.
No es una obra para élites, sino para el pueblo, sin por ello perder una técnica de escena y una estructura impecables.
Me gustaría verla representada, seguro que se pasa un buen rato.

Mi calificación: muy bien.

sábado, 27 de junio de 2009

El zahir (Paulo Coelho)

Esther, corresponsal de guerra y mujer de un famoso escritor, desaparece sin dejar rastro. El matrimonio se ha ido distanciando después de que el escritor se hiciese famoso y poco a poco la inquietud de la periodista crece hasta el punto de que no regresa de uno de sus peligrosos viajes.
El escritor es consciente de que seguramente no le haya ocurrido nada malo a su mujer, supone que ha decidido cambiar de vida y que lo ha abandonado sin la más mínima despedida. A medida que va pasando el tiempo el escritor intenta rehacer su vida, pero el recuerdo de Esther cada vez ocupa un mayor espacio en su mente hasta convertirse en una obsesión.

El último libro que leí de Coelho no me dejó demasiado buen sabor de boca ("La bruja de Portobello", comentado en este mismo blog), por lo que "El zahir" permaneció en la estantería esperando ser leído durante meses. Fue la lectura de "El aleph" de Borges (también comentado en este blog) lo que despertó de nuevo mi interés por abordar la lectura de este libro. En el relato de Borges del mismo nombre se explica que un zahir es un objeto, lugar o persona que en principio puede parecer intrascendente pero que poco a poco va ocupando mayor espacio en la mente de una persona hasta que abarca todos sus pensamientos, es una especie de obsesión que impide al sujeto centrarse en cualquier otra cosa que no sea "su zahir".
En el libro de Coelho, "su zahir" es su mujer, lo que se resultó una decepción para mi: en el relato de Borges se da a entender que suele tratarse de un objeto de inicio irrelevante para la vida del que lo sufre. Desde este punto de vista, Coelho pervierte la idea borgiana ya que la obsesión por una esposa desaparecida es una reacción común totalmente entendible.
La primera parte del libro me pareció lenta, muy falta de ritmo. Me dio la impresión de que leía un conjunto de textos autobiográficos donde el autor nos presenta un aspecto más de su modo de ver la vida. Las similitudes entre la vida de Coelho y el escritor protagonista va más allá de su profesión: juventud de éxito como compositor de canciones, fase posterior de desenfreno y pérdida de rumbo, viaje místico a Santiago de Compostela y comienzo como escritor narrando las experiencias vividas en su peregrinaje...
Como decía en mi comentario de "La bruja de Portobello", Coelho redacta sus libros en torno a una idea central que repite una y otra vez como un mantra, en ocasiones las historias parecen una simple excusa para difundir ese mensaje. En esta obra el mensaje es una reflexión acerca del amor en pareja: las relaciones amorosas, tras una fase de pasión inicial se estabilizan, se acomodan, hasta el punto de que la pareja continua unida por simple inercia o porque es el camino más fácil.
He de reconocer que en la primera parte, el libro me aburrió bastante. En la segunda, la narración se va animando y termina con unos buenos (e incluso divertidos) capítulos finales.
Lo que más me ha gustado ha sido un mensaje secundario (porque en el principal, el del amor, no comparto el punto de vista del autor): la visión cínica del escritor sobre el éxito, los premios, las reuniones sociales, las entrevistas donde siempre se pregunta y contesta lo mismo.

Mi calificación: interesante.

viernes, 5 de junio de 2009

El ruido y la furia (William Faulkner)

"Se ha ido Caddy se ha ido a casa desde nuestra casa no se ve el establo has probado a ver el establo desde
Fue culpa suya ella me empujó ella se ha escapado
Puedo contigo mira como sí puedo
Oh su sangre o mi sangre Oh
Continuamos andando sobre el fino polvo, entre el fino polvo nuestros pasos silenciosos como el caucho allí donde de los árboles pendían lápices de luz de sol"

No he encontrado una mejor introducción para este libro que un fragmento que sirva de muestra del verdadero martirio por el que he pasado para conseguir terminarlo. Si algo me ha aportado esta lectura es el ejemplo de lo que NO debería ser la literatura: elitista, localista, retorcida y vanidosa.
Me explicaré. Comencé la lectura con muchas ganas, pero tras las primeras páginas sólo tenía una cosa clara: que no me enteraba de nada de lo que se estaba contando. Mi hipótesis era la de que la historia era narrada en primera persona por Benjy, un niño de dos o tres años. Unas veinte páginas después descubrí que estaba equivocado, porque al parece el "protagonista" cumplía treinta y tantos. Sólo podía tratarse de un retrasado.
Aguanté estoicamente toda esta primera parte (noventa páginas) con la esperanza de que en la segunda se explicase algo. Y en efecto cambió... para peor. En lugar de las experiencias de un retrasado ahora se narraba un día en la vida de su hermano Quentin, mucho más inteligente (estudiante en Harvard) pero con un grave desorden mental. El fragmento que he puesto de ejemplo pertenece a esta sección del libro y servirá como muestra de que lo que digo es cierto. Son las páginas de más insufrible lectura, a menudo me preguntaba ¿qué hago yo perdiendo el tiempo leyendo esto? Frases inconexas en un día en que Quentin vaga sin un objetivo claro, recuerdos sin puntos ni comas, saltos constantes en la secuencia espacial y temporal. He de reconocer que estuve a punto de abandonar muchas veces y que sólo conseguí continuar a base de amor propio y pensando en la futura crítica que haría en este blog.
A las ¡doscientas! páginas llega la tercera parte. Otro de los hermanos en primera persona, una joyita también: misógino, racista y ultraconservador pero al menos te enteras de lo que hace y más o menos por qué lo hace.
En la última parte Faulkner toma las riendas como narrador y la novela acaba con un presunto "clímax" que no hizo otra cosa que decepcionarme por enésima vez.
En el apéndice, el autor aclara el papel de cada uno de los personajes. Sentí como Faulkner se reía de mi, increíble su desfachatez: mantiene al sufrido lector torturado durante trescientas cincuenta páginas para explicarle a su humilde intelecto el incomprensible discurso en unos pocos párrafos.
¿Cómo esta obra ha podido ser publicada? ¿Qué editor no leería cinco páginas y tiraría a la papelera el original? ¿Cómo le han dado el Nobel de literatura a Faulkner? ¿Por qué se considera "el ruido y la furia" como una de la obras cumbres de la literatura americana e incluso una de las mejores novelas en habla inglesa de todos los tiempos?
Creo sólo se explica por el esnobismo, la pedantería y la vanidad de literatos y críticos. Después de mi hazaña de terminar la obra, tenía dos caminos: o presumir de mi amplísima cultura, de mi gran experiencia y madurez como lector, vanagloriarme por haber disfrutado con la lectura del gran, inmenso, increíble Faulker o ser sincero conmigo mismo y reconocer que me parece un grandísimo ... bodrio.
Un artificio para satisfacer el ego del autor, la novela más audaz, sin orden temporal, sin orden espacial, conectada con Shakespeare, con monólogos interiores que ríase Joyce, desde todos los puntos de vista... de una elucubración sin ningún interés, sobre una familia en decadencia y degenerada.
Recomiendo dejar este libro en la estantería ganado polvo indefinidamente y leer cualquier otra cosa, salvo para lectores especialmente masoquistas o estudiantes de filología de cuya lectura dependa un aprobado.

Mi calificación: ilegible.

jueves, 14 de mayo de 2009

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (J.K.Rowling)

Lord Voldemort y sus mortífagos se van haciendo con el poder dentro de la comunidad mágica, mientras Harry Potter espera los escasos días que le quedan para cumplir los diecisiete años bajo el amparo de los fuertes hechizos protectores de la Orden del Fénix. A su mayoría de edad Harry ya podrá utilizar la magia sin restricciones y podrá dedicarse en cuerpo y alma a cumplir la arriesgada misión encomendada por Dumbledore, acompañado tan sólo por sus inseparables amigos Ron y Hermione.


Por fin he terminado la saga de Harry Potter, aprovecharé el comentario de este último libro para explicar mi opinión sobre el conjunto de la serie.
¿Cómo ha conseguido J.K. Rowling crear un éxito mundial? Ha recogido una serie de convencionalismos de los cuentos sobre magos tales como las varitas mágicas, las pociones, los libros de hechizos, las túnicas, las escobas voladoras, etcétera y les ha sumado una serie de aportaciones propias (el deporte mágico quidditch, el gobierno oculto del Ministerio de la Magia, el colegio de Magia Hogwarts, la banca mágica de Gringotts...). Todo ello se aglutina en un universo con una lógica interna que incluye una terminología propia (palabras como muggle, snitch, pársel, squib o mortífago), con lo que se consigue una sensación de realidad, de explicación alternativa del mundo.
Tiene especial mérito lograr todo eso en unos libros orientados originariamente para niños, pero que en ningún momento resultan ñoños ni pueriles, se trata al lector como un interlocutor inteligente. La fuerza de la estructura narrativa, la complejidad de los personajes y la riqueza del universo mágico ha hecho posible que la saga se convirtiese en una de las más vendidas de la historia y que sus seguidores seamos legión (incluyendo niños, adolescentes y adultos).
La forma de introducir al lector en este universo es magistral: Harry, un niño huérfano criado de manera cruel por sus tíos (muy buena la parte inicial de cada libro, dedicada la familia muggle de Harry, una pena que cada vez su aparición fuese menos importante), que un día descubre que sus rarezas no son nada negativo, más bien lo contrario: el don de hacer magia. 
En el colegio Hogwarts el lector aprende los hechizos al tiempo que Harry (éstos son pronunciados en latín, lo que aumenta la sensación de realidad), todo este mundo mágico responde a una lógica interna. Todos los lectores sabemos que significa: "expelliarmus" o "patronus" o la fatídica maldición "avada kedavra".
Haciendo balance de todos los libros, quizá el que más me ha gustado sea el tercero "Harry Potter y el prisionero de Azkaban". En cuanto a personajes, he de reconocer mi debilidad por el enigmático profesor Severus Snape, aunque también tengo que nombrar a la exasperante Dolores Umbridge.
Precisamente Harry no es el personaje que más me atrae, es alguien que ha sufrido mucho pero que a veces parece por encima del bien y del mal. Lo mismo digo de Dumbledore, que parece que no se equivoca nunca, pero que rara vez interviene directamente en la acción (en mi opinión no es comparable al Gandalf de Tolkien). De sus inseparables amigos, Ron parece un desastre como mago y algo acomplejado entre tantos hermanos pero demuestra una y otra vez que es capaz de mucho más. En cuanto a Hermione, es realmente la bruja más capaz de su promoción a pesar de ser hija de muggles (una "sangre sucia" como dirían los seguidores de Voldemort), pero no duda en arriesgar su impresionante expediente por ayudar a sus amigos. Ese me parece el principal valor mostrado en esta saga: el valor del amor y la amistad sobre la pureza de sangre y el poder.
El supervillano, Voldemort, comienza siendo una entidad lejana, un símbolo de maldad, pero a medida que se avanza en los libros se va haciendo más palpable su presencia y se va conociendo la complejidad del personaje de cómo un miembro de una familia mísera, Tom Riddle, acaba convirtiéndose en el mayor mago en Artes Oscuras de todos los tiempos.
Hablando ya de este último libro, no es el más brillante de la serie. Es más un final de la saga que una novela en sí misma. El final del sexto libro hace imposible que continúe el peso de la acción en el marco principal de las novelas: el colegio Hogwarts. Es una novela oscura, comienza con una continua huida a medida que los seguidores de Voldemort se van haciendo con el poder en el mundo mágico. Es curioso observar como Harry, para defenderse de las fuerzas del mal, utiliza en ocasiones sus mismas armas: las maldiciones imperdonables "cruciatus" e "imperius". 
El final me ha parecido muy bueno, y en cierta medida, el único posible.

Mi calificación: bien
 

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