domingo, 21 de diciembre de 2008

La máquina de ajedrez (Robert Löhr)

Kempelen, un alto funcionario de la corte austrohúngara de mediados del siglo XVIII, se compromete ante la mismísima emperatriz a que en seis meses será capaz de crear una portentosa máquina que asombrará a todos.
La máquina en cuestión será un autómata que jugará al ajedrez de manera magistral, supuestamente sin más intervención humana que el darle cuerda al mecanismo de relojería.

Novela basada en un hecho histórico, el autómata de Kempelen sobrevivió a su creador y llegó a vencer a Napoleón Bonaparte. Se trata de la primera obra de Löhr y prueba de ello es que a su prosa le falta suficiente madurez. El libro está muy bien documentado y correctamente estructurado, pero adolece de falta de ritmo. Además comienza por el final y le resta mucha emoción al resto del relato. Los secretos de la máquina se descubren demasiado pronto y gran parte de las páginas se hacen repetitivas e incluso, en ocasiones, tediosas. Se me ha hecho demasiado largo y Löhr no consigue atraparme en la historia. Es cierto que los personajes están trabajados y resultan creíbles, pero esto no llega: la trama ha llegado a aburrirme.
Lo mejor del libro es el final (menos mal), pues posee las dosis de emoción de las que carece el desarrollo de la novela y los personajes sacan los mejor y lo peor de si mismos. Al terminar la historia te habrías quedado con la duda de si los personajes fueron reales o no, de no ser por el epílogo del autor en que desvela cuáles son las partes históricas y cuáles las inventadas.

Mi calificación: interesante.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Cien años de soledad (Gabriel García Márquez)

Frente al pelotón de fusilamiento el coronel Aureliano Buendía, instigador del enésimo levantamiento contra el gobierno, recuerda el día en que llegaron los gitanos a su pueblo, Macondo, cuando era niño. Su padre se entregaba con gran devoción a las demostraciones que hacía de sus inventos el gitano Melquíades, al que tenía por un auténtico sabio.
Desde aquel día, Macondo ha pasado de un grupo de casuchas de aldeanos a poseer una considerable población, línea férrea y luz eléctrica bajo la influencia de la importante familia Buendía.
Cuando esta novela cumplió los cuarenta años desde su primera edición me dije a mi mismo que tenía que leerla cuanto antes. En prensa y televisión nos bombardeaban con la noticia del aniversario de una de las mejores novelas en lengua hispana de todos los tiempos. Hasta ese momento poco sabía del argumento, y el título sencillamente no me llamaba: eso de cien años de soledad sonaba a lento, muy lento.
Tantos años de estudiar lengua y literatura en la escuela y bachillerato y yo sin saber más que el nombre del autor de esta famosísima novela, poco más tengo que decir de un "portentoso" sistema educativo donde rara vez llegábamos a la generación del 27.
Lo primero que me sorprendió fue la sencillez del lenguaje y lo rápido que el autor te mete en Macondo, sin necesidad de extenderse en largas descripciones. Con unas pocas páginas ya estás dentro de la familia Buendía del siglo XIX, en ocasiones el problema resultó ser el contrario: conseguir no perderse entre una nube de Aurelianos, José Arcadios, Úrsulas y Amarantas. A partir de cuando se llega a la tercera generación de la familia Buendía es muy fácil confundir a padres con hijos, nietos o sobrinos por lo que recomendaría a cualquier nuevo lector que se haga un pequeño esquema con el árbol genealógico porque el libro recorre cien años de la vida de Macondo y nada menos que siete generaciones Buendía.
La novela me ha parecido muy buena teniendo en cuenta su estructura, su lenguaje y el cómo se va abriendo la trama para luego volver a cerrarse de manera magistral. Con unas pocas frases define a cualquiera de los muchos personajes mejor que otros autores en cien páginas.
Sin embargo, a todo hay que ponerle un "pero". Cuando terminé el libro me dejó un buen sabor, sin embargo he de reconocer que no me llegó a estusiasmar: no he perdido horas de sueño por el leer un poco más, ni me he pasado el resto del día pensando en la historia. Quizás por la temática, la Colombia entre los siglos XIX y XX, o la falta de una trama clara más allá de la propia vida de la familia y de todo Macondo, pero no ha llegado a despertar en mi más curiosidad que la de leer algo bien escrito o de comprobar en qué termina una historia tan bien entretejida.
En definitiva, a unos les gustará más y a otros menos, pero lo recomiendo.
Mi calificación: muy bien

domingo, 23 de noviembre de 2008

El asombroso viaje de Pomponio Flato (Eduardo Mendoza)

Pomponio Flato es un filósofo romano que busca unas milagrosas aguas por los confines del imperio en la época de Augusto. Tras varias vicisitudes por Próximo Oriente llega sin ninguna posesión a la ciudad palestina de Nazaret para pedir ayuda al tribuno romano, conocido suyo. Allí es contratado como investigador privado por un niño llamado Jesús con el fin de que demuestre la inocencia de su padre, un carpintero que va a ser ajusticiado en la cruz por el asesinato de un rico mercader.

Entretenido y original libro. Está escrito en un tono cómico, imitando el estilo de los escritores clásicos con un léxico plagado de cultismos y latinejos lo cual no entorpece la lectura, más bien al contrario resulta fácil de leer.
Pese al estilo con claros toques de humor definiría la novela como del género detectivesco en un ambiente histórico. También se deduce una sutil sátira al mundo romano y judío de los principios de nuestra era, pero sobretodo a la religión cristiana que surgiría unos años después y tergiversaría los hechos. El autor camina por una delgada línea entre la clara irreverencia y el reconocimiento de la divinidad de Jesús, pero no llega a caerse hacia ninguno de los lados, gracias al prisma romano, racional (y él piensa que imparcial) con que el protagonista investiga los hechos.
He disfrutado con la lectura y me ha gustado más que el extraño "Sin noticias de Gurb" del mismo Mendoza.
Mi calificación: bien.

domingo, 9 de noviembre de 2008

El juego del ángel (Carlos Ruiz Zafón)

David Martín es un joven de diecisiete años que trabaja como asistente en un periódico de segunda fila de la Barcelona de principios de siglo XX. Tras años de entusiasta lector y mísera existencia, comienza a escribir pequeñas historias. Ante la brillantez de sus relatos y con la ayuda de un influyente mentor, logra publicar sus folletines en la contraportada del periódico. Un día, recibe una misteriosa carta de un editor parisino que le ofrece la oportunidad de escribir por encargo un libro muy especial.

Tras "La sombra del viento" millones de lectores esperábamos ansiosamente la siguiente obra de Carlos Ruiz Zafón. He leído muchas opiniones de lectores decepcionados, pero no es este mi caso. Es cierto que me ha emocionado menos que "La sombra... " y que resulta menos entrañable, sin embargo está muy bien escrito, engancha de inicio a fin, no pierde la intensidad en ningún momento, en fin: ha sido un placer leerlo.

Es un libro oscuro, romántico (en el sentido estricto de la palabra) y en cierta medida, un homenaje a los relatos folletinescos como los que escribe el protagonista. Vuelve a aparecer el cementerio de los libros olvidados y la familia de libreros Sempere, aunque en este caso el protagonista es un joven escritor de penoso pasado, tortuoso presente e incierto futuro.

Puntos a favor: está escrito en un registro culto, pero a su vez fácil de leer; no aburre en ningún momento y cada vez que finalizaba un capítulo pensaba: 'uno más y paro'; el último tramo del libro es trepidante y cuando al fin lo terminé tuve un ataque de nostalgia, razón inequívoca de lo mucho que me metí dentro del relato. Muy bueno el personaje de la aprendiz del protagonista, la extraña relación entre ambos me ha parecido lo mejor del libro.

Puntos en contra: poco puedo decir, tal vez se podría haber perfilado un poco más algunos personajes como los policías, simples arquetipos. Cuando lo acabas quedan muchos puntos oscuros que dejan posibles interpretaciones a criterio del lector (esto habrá quien lo vea una virtud, pero yo prefiero historias un poco más "cerradas").

Tengo entendido que este no será el último libro de la saga del "cementerio de los libros olvidados", ojalá no decaiga.

Mi calificación: muy bien.

viernes, 17 de octubre de 2008

Los hijos de Húrin (J.R.R. Tolkien)

Húrin, señor de la casa de Hador de la tierra de Dor-Lómin parte hacia la guerra para unirse con sus hombres a los ejércitos de los reyes de los elfos contra las huestes de orcos de Morgoth. En su casa deja a su esposa embarazada y a su hijo Túrin.
La gran batalla termina en desastre y el pueblo de Dor-Lómin es esclavizado por los hombres aliados de Morgoth, por lo que la esposa de Húrin envía a Túrin al reino guardado de Doriath con la esperanza de que allí sea cuidado y escape del negro destino de su familia.

Esta es la tercera versión que leo de la misma historia: la primera aperece de forma muy resumida en un capítulo de El Silmarillion y la segunda se publicó en los "Cuentos Inconclusos". Christopher Tolkien continúa rebuscando entre los manuscritos que dejó su padre y encontrando excusas para seguir explotando el filón comercial. Estoy seguro de que si J.R.R. Tolkien se levantase de la tumba se enfadaría mucho: si no publicó este material en vida es porque pensaba que aún no estaba lo suficientemente elaborado como para que saliese a la luz pública.
La historia que cuenta el libro es una versión desarrollada de la que los fanáticos de la Tierra Media hemos leído en el El Silmarillion.
A aquellos lectores que hayan disfrutado con El señor de los anillos, este cuento puede servirles de introducción al duro Silmarillion (yo las dos primeras veces que lo leí andaba bastante perdido con tantos nombres e historias entrecruzadas contadas a gran velocidad). Pero que nadie se espere un cuento parecido a El Hobbit, estas historias de la Primera Edad son mezcla de la mítica tragedia griega con matices que, en ocasiones, me recuerdan a la mismísima Biblia.

Este libro no lo califico por dos razones: con Tolkien me es imposible ser imparcial, por otro lado no es totalmente obra de J.R.R. Tolkien sino más bien un monstruo de Frankenstein creado por su hijo Christopher a partir de retales.

sábado, 4 de octubre de 2008

La bruja de Portobello (Paulo Coelho)

Athena, hija adoptiva de un rico matrimonio libanés que emigra a Londres, es una joven muy devota que comienza a experimentar con otras realidades a través de una danza mística importada de Siberia. Su camino espiritual la llevará a adentrarse en los secretos de la Gran Madre, la antigua diosa.

Como todos los libros de Coelho (al menos en los siete que he leído), además de contar una historia, la obra lleva un mensaje que es repetido hasta la saciedad. En este caso la historia está escrita de forma que cada capítulo recoge el testimonio de uno de los personajes que conoció a la protagonista. Como siempre, la prosa de Coelho es fluida y fácil de leer. Sin embargo creo que no tiene demasiado éxito a la hora de ponerse en el lugar de los diferentes personajes, más que a la madre de la protagonista, su ex marido, un periodista enamorado, he visto a Coelho simulando que es una madre, un ex marido, un periodista enamorado.
En este caso el "mensaje" que se deja al lector es el conocimiento de la Gran Madre, la fecunda y cercana deidad femenina en oposición al Dios judeocristiano omnipotente y lejano. Esta deidad es la ancestral diosa ya representanda en el Paleolítico y por tanto de culto mucho más antiguo que el Dios monoteísta.
Las manifestaciones de esta diosa son múltiples y cada uno debe elegir su propio camino para comunicarse con ella, todo lo contrario del dogmático catolicismo y sus rígidos ritos y normas.
Me interesó más la primera parte del libro en que la protagonista busca algo pero no sabe qué. La segunda, en que la protagonista se adentra en los secretos de la Madre me llegó a aburrir hasta el punto de desear que el libro se terminase ya.
En definitiva, no es el peor libro de Coelho (a orillas... me horrorizó) pero dista mucho de la otra historia sobre una bruja (Brida).

Mi calificación: interesante (y gracias).

domingo, 21 de septiembre de 2008

Un mundo sin fin (Ken Follet)

Dos siglos después de la construcción de su catedral, en el Priorato de Kingsbridge florece una de las mayores ciudades de la Inglaterra del siglo XIV. Existe un boyante comercio, pero un prior muy conservador es reticente a los cambios que demandan los gremios de mercaderes, mientras la nobleza de la época se ve obligada a gastar grandes recursos en la interminable guerra que el rey mantiene en Francia. En este marco, los hijos de un Señor sin tierras subsisten como aprendiz de constructor y escudero. Habrá que tenerlos en cuenta, pues ambos poseen enormes dotes. El primero para idear nuevas maneras de edificar e inventar máquinas, el segundo para las armas.

Esperadísima segunda parte de "Los pilares de la Tierra". La trama engancha desde las primeras páginas y mantiene tensión durante todo el libro (lo cual no es decir poco, son mil doscientas páginas).
Follet en esta obra exhibe todo su poderío: una máquina de escribir bestsellers. La narración posee tres tramas principales que en ocasiones se ramifican y entrelazan: la eclesiástica, la de los mercaderes de la ciudad y la de la dualidad nobleza-siervos en el campo.
El autor se ha documentado perfectamente sobre el ambiente de la época, las leyes, las costumbres, la tecnología... en fin, todo tipo de detalles que trasladan al lector al siglo XIV.
Lo mejor de la obra, los movimientos conspiratorios del sacristán Godwyn inspirado en su maquiavélica madre, contando además con la ayuda de su ayudante el novicio Philemon (primeras doscientas páginas). No quiero destripar demasiado el libro, pero creo que a partir de la mitad decae un poco la fuerza de la narración por una razón: uno de los protagonistas se vuelve casi invulnerable lo cual le quita parte de la emoción a la trama (y no cuento más...).
El final, habrá a quien le guste y a quien no. A mi me ha dejado un sabor un tanto agridulce: creo que no está mal pero me esperaba un poco más.
¿Algo que reprochar? Ante todo se ha de ser consciente de lo que se lee: un libro destinado a vender millones de ejemplares, no a ganar un premio Nobel. Los más puristas criticarán que las abundantes escenas de sexo (sí: hay mucho, mucho, sexo) estén calculadas milimetradamente para que aparezcan cada tantas páginas, que en cada capítulo te dejan en ascuas en lo más interesante (y casi siempre con una frase lapidaria), y un largo etcétera, pero repito que así es el género y que a aquellos a los que no les gusten los superventas, que no los lean.

Por último, ¿es mejor o peor que su antecesora "Los pilares de la Tierra"? Opino que los personajes están más trabajados: los buenos tienen más defectos, los malos no son tan malos (o al menos, vemos cómo han evolucionado para llegar a serlo). Sin embargo, he echado en falta a un Waleran como inteligente e implacable motor conspirador. La primera novela me emocionó más y en verdad disfruté un poco más con su lectura.

Mi calificación: muy bien

domingo, 14 de septiembre de 2008

El ocaso de Bizancio (Salvador Felip)

Constantinopla, capital del decandente imperio bizantino, se prepara a principios del año 1453 para el asedio de las ingentes tropas del joven sultán otomano Mahomet II. La desesperada llamada de auxilio a las naciones cristianas obtiene una escasa respuesta y sólo llegan unos cientos de italianos acompañados por algunos aventureros como Francisco de Toledo, castellano que dice estar emparentado lejanamente con el mismísimo emperador.


Si en la última entrada comentaba una novela sobre la decadencia del imperio romano de Occidente, ahora le llega el turno a los últimos días del imperio oriental unos mil años después.
Se trata de una novela muy exhaustiva en cuanto a los hechos históricos, en especial el transcurso del asedio. Como aficionado a la historia y conocedor de las descripciones "oficiales" de la batalla creo que es una versión novelada bastante fiel, con una explicación elegante al por qué del descuido que comentieron los bizantinos dejando entreabierta una de las puertas de sus inexpugnables murallas.

Sin embargo, he echado en falta dos cosas: un poco más de relieve en la caracterización de los personajes (muchos de ellos son meros estereotipos, con la salvedad de la esclava turca, que para mí es el personaje más elaborado de la novela) y por otro lado, el manejo de los tiempos creo que podría haber desembocado en un final, que aunque ya conocido, llegase a resultar más trepidante.

Otra objeción que le pongo es la historia de amor entre el castellano y una mujer de la corte, demasiado ideal, poco creíble si se atiende al supuesto tormentoso pasado amatorio del hispano.

En definitiva, un libro de factura correcta para aquellos lectores que deseen saber cómo acabó sus días el Imperio de Bizancio.

Dato adicional: según he leído en el blog del autor, éste prepara otras dos novelas sobre el tema bizantino. ("El ocaso..." es su primero obra).

Mi calificación: interesante.

viernes, 5 de septiembre de 2008

La espada de Atila (Michael Curtis Ford)

En el año 409 dc. el pueblo nómada de los hunos y el imperio romano entran en contacto y sellan una alianza. Atila, sobrino del rey huno y Flavio Aecio, hijo de un gran general romano son entregados como rehenes a la otra parte para garantizar el pacto.
Cuarenta años después, ya en sus respectivos pueblos, Atila y Aecio vuelven a encontrarse. Esta vez como rivales.

Típica novela histórica sin grandes pretensiones literarias. La narración mantiene un buen ritmo que hace la lectura entretenida, pero la trama no llega a apasionar. El estilo es sencillo y directo, donde la evolución de los protagonistas, Aecio y Atila (por este orden, a pesar del título) conduce al lector hacia el inevitable enfrentamiento final. El mayor valor de esta novela creo que está en la humanización de Atila y en los conocimientos que aporta al lector sobre la convulsa época final del imperio romano.

Mi calificación: interesante.

viernes, 29 de agosto de 2008

La posibilidad de una isla (Michel Houellebecq)

El clon Daniel24 comenta el relato de vida de su antecesor el primer Daniel, famoso humorista francés de principios del siglo XXI, una época que marcará el final de un modo de vida para abrir camino al futuro clónico de los neohumanos.

Comencé a leer esta novela pensando que se trataba una obra de ciencia ficción. Sin embargo, a medida que avanzaba en su lectura me fui dando cuenta de que realmente se trata de una feroz crítica de la sociedad actual a través del provocador protagonista, un humorista que se hace famoso con sus despiadadas sátiras en las que arremete contra la hipocresía de las mediocres clases medias contemporáneas con temas tan controvertidos como la religión, el sexo, el terrorismo...
Tengo que admitir que he disfrutado leyendo este extraño libro, aunque todavía me pregunto a qué viene el enfoque futurista de los comentarios del clon Daniel24. La ácida crítica que se realiza de todo lo humano y lo divino me ha parecido interesante y el autor ha conseguido que me introdujese en la visión que el protagonista tiene del mundo. El que gran parte de la acción se desarrolle en España contribuye además a ello.
Las descripciones de las escenas de sexo son muy explícitas y el lenguaje del protagonista es frecuentemente soez, por lo que no es una novela apta para todos los públicos.

Mi calificación: bien.

jueves, 21 de agosto de 2008

El mundo (Juan José Millás)

El autor relata pasajes autobiográficos de su niñez y juventud, intercalados por alguna anécdota de su edad adulta en que se refleja la influencia de los hechos del pasado en su carácter. El libro comienza con los primeros recuerdos del autor en Valencia y el traslado de su familia a Madrid, para luego desarrollar sus años de pubertad en la modesta calle de Canillas y sus correrías junto a su amigo enfermo el "Vitaminas".

Tengo que reconocer que abordé la lectura de esta premiada novela con gran curiosidad. Era la primera obra de Juanjo Millás que leía, a pesar de que suelo escuchar sus intervenciones radiofónicas en "La Ventana" de Gemma Nierga.
Me gusta empezar un libro con poca o ninguna información previa, no suelo fijarme mucho en las contraportadas. Por ello, me llevé una cierta sorpresa al avanzar por las primeras páginas y comprobar que parecía (o era) autobiográfico todo aquello que se contaba. No me costó verme sumergido en su prosa, como si él mismo me estuviese contando su historia con su propia voz (que conozco sobradamente de tantos programas de radio en que le he seguido).
Sin embargo, he de admitir que me esperaba más. Millás parece que ha tomado algunas ideas o recuerdos que tiene marcados a fuego en su mente: el "Vitaminas", su calle en un barrio humilde de Madrid en la posguerra, su padre con su bisturí eléctrico... y las ha reunido en este pequeño libro, pero demasiado deshilvanadas y poco desarrolladas. La obra parece como si se hubiese publicado estando todavía inacabada.
Algunas de esas fijaciones mentales se las he escuchado en la radio, como la de que el frío que se tiene de niño se siente durante el resto de la vida, por lo que es obvio que los pilares de este libro son un puñado de ideas que obsesionan al autor. Esta novela parece escrita más para sí mismo que para ganar un premio Planeta.
De todos modos, he pasado ratos agradables con su lectura, aunque creo que la novela no ha llega al "clímax" a pesar de buenos momentos como el reencuentro de su amor platónico años después, o sus delirantes actos en una reunión social.

Mi calificación: bien.

miércoles, 20 de agosto de 2008

La pesca de salmón en Yemen (Paul Torday)

Un empleado de una agencia oficial para el fomento de la piscicultura británica recibe un rocambolesco encargo de sus superiores: ayudar a un jeque árabe a introducir salmones en un wadi de Yemen.


Libro fresco y de fácil lectura. Muy divertido, la trama engancha desde las primeras páginas.
Está escrito imitando un dossier que recoge diferentes correos electrónicos en que se intercambian órdenes, estrategias e impresiones de los personajes.
A mi juicio, están redactados de manera magistral (y sé de qué estoy hablando, pues en los últimos diez años el correo electrónico ha sido una de las principales herramientas en mi trabajo). Se pueden apreciar perfectamente registros del lenguaje laboral (de un superior a un subordinado y vicerversa) y de la comunicación personal.
El desenlace, totalmente inesperado.

Mi calificación: muy bien.

martes, 19 de agosto de 2008

El niño con el pijama de rayas (John Boyne)

Ambientada en 1943, se narran las experiencias de un niño de nueve años cuando su familia se traslada de Berlín al nuevo e importante destino de su padre.



Uno de los bombazos editoriales del año. Los defensores de esta novela destacan lo novedoso del punto de vista con el que se aborda la cuestión de los horrores de la Alemania nazi y el impactante final.
Escrita con lenguaje sencillo, parece orientada a niños o adolescentes. Sin embargo, el tono me ha parecido demasiado ñoño y muy poco creíble la inocencia del protagonista, que no se entera de nada de lo que está pasando en su familia, ni en el resto del mundo. Parece ignorar que el país está en guerra, ni sabe qué significa la cruz esvástica, ni lo que es un judío.
Desde las primeras páginas ya se adivinan los misterios que rodean la vida familiar del niño a pesar de que los nombres aparecen tal y como los intrepreta él mismo (como si tuviese tres años en lugar de nueve).
La única explicación que le encuentro a tal cantidad de incoherencias es el objetivo didáctico orientado a los más jóvenes.

Mi calificación: regular.

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