Kempelen, un alto funcionario de la corte austrohúngara de mediados del siglo XVIII, se compromete ante la mismísima emperatriz a que en seis meses será capaz de crear una portentosa máquina que asombrará a todos.
La máquina en cuestión será un autómata que jugará al ajedrez de manera magistral, supuestamente sin más intervención humana que el darle cuerda al mecanismo de relojería.
Novela basada en un hecho histórico, el autómata de Kempelen sobrevivió a su creador y llegó a vencer a Napoleón Bonaparte. Se trata de la primera obra de Löhr y prueba de ello es que a su prosa le falta suficiente madurez. El libro está muy bien documentado y correctamente estructurado, pero adolece de falta de ritmo. Además comienza por el final y le resta mucha emoción al resto del relato. Los secretos de la máquina se descubren demasiado pronto y gran parte de las páginas se hacen repetitivas e incluso, en ocasiones, tediosas. Se me ha hecho demasiado largo y Löhr no consigue atraparme en la historia. Es cierto que los personajes están trabajados y resultan creíbles, pero esto no llega: la trama ha llegado a aburrirme.
Lo mejor del libro es el final (menos mal), pues posee las dosis de emoción de las que carece el desarrollo de la novela y los personajes sacan los mejor y lo peor de si mismos. Al terminar la historia te habrías quedado con la duda de si los personajes fueron reales o no, de no ser por el epílogo del autor en que desvela cuáles son las partes históricas y cuáles las inventadas.
Mi calificación: interesante.
La máquina en cuestión será un autómata que jugará al ajedrez de manera magistral, supuestamente sin más intervención humana que el darle cuerda al mecanismo de relojería.
Novela basada en un hecho histórico, el autómata de Kempelen sobrevivió a su creador y llegó a vencer a Napoleón Bonaparte. Se trata de la primera obra de Löhr y prueba de ello es que a su prosa le falta suficiente madurez. El libro está muy bien documentado y correctamente estructurado, pero adolece de falta de ritmo. Además comienza por el final y le resta mucha emoción al resto del relato. Los secretos de la máquina se descubren demasiado pronto y gran parte de las páginas se hacen repetitivas e incluso, en ocasiones, tediosas. Se me ha hecho demasiado largo y Löhr no consigue atraparme en la historia. Es cierto que los personajes están trabajados y resultan creíbles, pero esto no llega: la trama ha llegado a aburrirme.
Lo mejor del libro es el final (menos mal), pues posee las dosis de emoción de las que carece el desarrollo de la novela y los personajes sacan los mejor y lo peor de si mismos. Al terminar la historia te habrías quedado con la duda de si los personajes fueron reales o no, de no ser por el epílogo del autor en que desvela cuáles son las partes históricas y cuáles las inventadas.
Mi calificación: interesante.