jueves, 19 de marzo de 2009

La vida exagerada de Martín Romaña (Alfredo Bryce Echenique)

Martín Romaña, peruano afincado en París, revive con nostalgia su bohemio pasado escribiendo sus experiencias en un cuaderno azul desde un sillón tipo Voltaire. Recuerda su llegada a París con el objetivo de convertirse en escritor, su romántica y pobre existencia, la llegada de su futura mujer desde Perú y sobretodo la convivencia de ambos en el marco de las protestas estudiantiles de mayo del 68.
Este libro cayó en mis manos gracias al regalo de un familiar, reconozco que difícilmente podría decidirme a comprarlo si lo hubiese hojeado en una librería.
El comienzo de la lectura se me hizo duro. Las primeras páginas son reflexiones del protagonista acerca de aquello que va a narrar y de los sentimientos que le han llevado a decidirse a escribir su propia historia. Todo ello en un tono intimista y, en apariencia, anárquico. Para complicar un poco más el avance del lector está escrito tal y como habla (más bien piensa) un peruano: con todas las peculiaridades lingüísticas de ese país.
En los primeros momentos, ante estas dificultades y las más de quinientas páginas que tenía por delante, se me pasó por la cabeza abandonar la lectura.
Sin embargo, cuanto más leía más fácil me resultaba seguir pasando páginas y terminé disfrutando de la narración.
Las peripecias que le ocurren al protagonista, su modo de ver la vida, su finísimo sentido del humor, fueron calando poco a poco en mi hasta que al final Bryce Echenique consiguió que viese a Martín Romaña como un viejo conocido.
La relación con su mujer es muy compleja, él sólo desea ser un escritor y ella ve en la revolución la panacea universal, con lo que considera que Martín está desperdiciando su vida en lugar de poner su talento al servicio de la causa. La revolución que se libra en las calles de París en el 68, es para ella más importante incluso que su propio marido. El libro refleja muy bien las contradicciones de los jóvenes idealistas de la época, criados bajo una estricta educación católica y tradicional, pero que se entregan al ideario socialista o comunista, para años después (en los ochenta) terminar convirtiéndose en lo que más odiaban: grandes empresarios, políticos sin escrúpulos, artistas subvencionados al servicio de la ley del dólar.
En resumen, creo que no es un libro fácil de leer en su inicio, pero una vez que te haces con él se reconoce una obra bien escrita, compleja y totalmente creíble a pesar de algunas delirantes historias que en él se narran.
Mi calificación: bien.

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